Es un dispositivo que se coloca en el rostro y a través de baños de luz, combate los signos de envejecimiento y palia algunas alteraciones o imperfecciones de la piel.
El caballo de Troya de nuestra piel
Una piel apagada es una piel que luce poco radiante, tiene falta de luminosidad, de brillo. El ritmo de vida que llevamos, el estrés, la falta de descanso, la contaminación, la exposición al sol sin los cuidados debidos, el paso de los años, las características de nuestra piel, presencia de manchas, acné, u otras imperfecciones, son algunos factores que pueden predisponernos a que nuestra piel poco a poco se vaya apagando.